martes, 2 de octubre de 2012

Capítulo 5: Una compra... y un mal encuentro



Y así, mi nueva amiga Unga y yo salimos, y entonces pude ver el color real de su ropa: su conjunto era todo de color violeta, el cual hacía que el set pareciese más bonito que cuando lo vi en rojo.


Comenzamos a caminar por una calle. Entonces, Unga me dijo:


-Lanosa...


-¿Qué, Unga? - le pregunté.


-Me dijiste que me contarías el por qué de ese nick.


-Ah sí, es verdad. Pues mira...


-Miro.


-... su origen se remonta hasta hará unos 3 años más o menos. Al empezar en los juegos de rol online, no me hacía llamar así, sino Lana, un nombre de elfa que a mí me gustaba. Conforme conocía amigos, cada vez que me saludaban se inventaban una forma diferente de llamarme que se parecía a Lana. Y una de esas variaciones era Lanosa, la que más me gustó, y con esa me quedé.


-Ahm... interesante.


Me quedé en silencio un momento antes de volver a hablar.


-Y... dime tú el por qué de tu nick, Unga.


-Pues... yo tengo un hermano pequeño, cada vez que él se reía, decía “Unga”, y me hacía gracia, y pues con eso me quedé.


-Guau, yo pensé que viste alguna película o algo sobre trogloditas, que no paraban de decir “unga unga” jajajaja.


Seguimos hablando durante un rato, hasta que llegamos a una tienda. Me fijé en el rótulo de la entrada: “Moda femenina”.


-Aquí fue donde compré este conjunto - me dijo Unga.


Entramos, y pude observar que había muchísimos modelos de diferentes colores. Fui viéndolos uno por uno: un bikini, una ropa deportiva que parecía reforzada, una sudadera, un corsé...  hasta que encontré el modelo de mi amiga. Vi los diferentes colores que había, hasta que Unga me paró diciendo:


-Espera... ¿estás segura de querer comprarlo ahora?


-Emmm... - dudé un instante -, no lo sé. ¿Cómo puedo saber el tiempo que le queda a mi ropa actual?


-Míralo en tu inventario.


Eso hice, y comprobé que sólo tenía 6 días de durabilidad.


-Vaya... pues me gusta este set. ¿No hay forma de guardarlo?


-Claro que la hay - me dijo la dependienta, una chica ataviada con una ropa que parecía un chándal -. Existe el carro de la compra. Ahí puedes poner lo que quieras comprar, y cuando se te acabe ésa, comprar el nuevo conjunto.


-Ah, genial. Pero... ¿no hay que pagar por dejar cosas en el carro?


-Claro que no, ¿o acaso te cobran algo por llevar un carro cuando compras en una tienda real?


Tenía sentido lo que dijo la dependienta, así que, con el conjunto que elegí, en color amarillo, cogí un carrito con mi nombre inscrito en él, y dejé la ropa. Al irme, le dije:


-Gracias por atendernos, amiga.


-De nada, un placer ayudar - me respondió con una sonrisa.


Salimos del local, pero antes de formular palabra alguna, sentí un fuerte empujón, y caí de costado. Pude ver, a mi lado, que mi compañera también se cayó. Me disponía a levantarme, cuando una mano fuerte me cogió por la camiseta y me levantó. Entonces dijo:


-Vaya, vaya... ¿qué tenemos aquí? Dos novatas que se creen lo suficientemente buenas como para empujarme.


 Hice fuerza con mis brazos, obligándolo a soltarme. Me reacomodé la camiseta, mientras le preguntaba:


-Perdona, pero... ¿debería saber quién eres?


-Así que no sabes quién soy... - dijo con un tono egocéntrico que no podía, y al parecer no quería, ocultar, secundado por las risas de sus compañeros  -. Bueno, para que lo sepas, pequeña, soy Taejo, el mejor jugador del mundo.


*Sí, ya... el mejor* pensé, y le dije:


-Tío, con un lo siento me habría conformado.


-Jajajajaja, ¿la habéis oído? Me empuja ella a mí, y quiere que yo me disculpe - le dice a los demás en tono de burla, y los demás se la ríen. Entonces, Unga, que se levantó sola, dijo:


-Tiene razón, nosotras estábamos quietas cuando tú viniste arroyándonos creyéndote el amo del universo.


-Sí, anda y enfréntate a alguien de tu nivel... ¿o eres tan cobarde que tienes que gritarle a alguien de menos nivel que tú para sentirte mejor? - le pregunté.


Definitivamente, ésa fue la gota que colmó el vaso. El tal Taejo parecía rojo de ira cuando dijo:


-Muy bien, tú te lo buscaste. Te desafío a un duelo. Tú y yo solos, en el mapa Station 2.


En parte, me sentí satisfecha porque le dije una verdad que le dolió, pero ahora me veía obligada a jugar contra él... y quizá me vapulearía.


-Esto... ¿me permites un segundo? - le pedí.


Comprendí su silencio como un sí, así que me volví a Unga, y me dijo:


-¿Estás loca? Mira su nivel, te va a masacrar viva.


-No creas... si algo aprendí en este tiempo, es que un personaje, por muy fuerte que sea, si lo controla alguien que no sabe usarlo, es como si tuviera bajo nivel. Creo que podré con él, pero... tengo mis dudas.


-Tía, en serio... he visto vídeos suyos, y parecía realmente bueno.


-Bueno, quizá si sea bueno, pero en los vídeos se le ve en plan “huy, mira qué bueno soy, sé hacer todas estas cosas”, pero en la realidad puede que sea igual que yo.


-Estás loca... loca de atar. No aceptes, o te humillará.


-Que me humille si quiere, si me tiene que derrotar, no se lo pondré fácil.


-Bueno... es tu sentencia de muerte, no la mía. Arréglatelas sola si quieres, conmigo no cuentes.


-Para ser una amiga, me animas de una forma muy rara, tía...


Entonces, me volví y encaré a Taejo, y le dije:


-Muy bien, acepto.


-Tienes agallas, después de todo... vamos, tengo ganas de darte la paliza de tu vida.


Y nos dirigimos al coliseo, rodeados por la cuadrilla que seguía a Taejo. No veía a Unga... me dejó sola, la muy cobarde.

domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo 4. Parte 2: Nueva amistad


-¡Por fin lo conseguiré! - gritó ella levantando sus brazos.


-¡Nooooooooo! - grité yo cruzando mis brazos intentando evitar que marcara.


Cerré los ojos temiendo que no lo conseguiría... sentí que algo golpeaba mis brazos, y luego una voz femenina dijo:


-Pelota restablecida.


-¿Pelota? Digo, ¡Fumbi! ¬ 


-Woah, ¡lo conseguí! - dije aliviada y sorprendida.


-¡Maldita, me estropeaste mi momento! - me dijo furiosa.


Justo entonces, recibí un puñetazo muy fuerte, me hizo atravesar los rayos... y terminé tumbada junto al Fumbi, viva. No me lo podía creer... y mi enemiga tampoco.


-¡Nooooooooo! - la oí gritar, mientras corría como loca para detenerme.


Yo no dudé, cogí el Fumbi y corrí hacia su portería. Cuando llegué arriba de la rampa miré, y vi que ella aún iba por el centro. Seguí tranquila hacia su portería, la esperé junto a ella, y cuando estuvo lo bastante cerca, coloqué el Fumbi en su portería.


-¡TOUCHDOWN! ¡Sois un gran equipo!


-¿Equipo? Si estoy sola.


-Fin del primer tiempo. Pasando a entretiempo.


Me dirigí hacia mi oponente, que estaba tumbada en el suelo triste, y le tendí la mano para ayudarla a levantarse.


-Buen primer tiempo, eres una buena oponente.


-Va... vaya, ¿e... enserio? - me preguntó mientras cogía mi mano, y tiré de ella para alzarla.


-Enserio, me está gustando este partido que estamos haciendo - le respondí sonriendo.


-Entretiempo. ¡Baile Fumbi!


Me puse a mirar a los Fumbis bailar... y sentí un brazo rodeándome por detrás. Instintivamente intenté tocar ese brazo en la realidad... pero no había nada. Miré en el mundo virtual, y vi que ella me rodeaba con su brazo y me acariciaba la cintura. Yo también lo hice, y me apoyé en su hombro pensando:


*guau... es increíble esto del mundo virtual, hace que se parezca demasiado al mundo real*


-Esto... ¿puedo saber tu nombre? - le pregunté.


-Claro, me llamo Unga - me dijo sonriendo -. ¿Y tú?


-Lanosa.


-¿Lanosa? ¿Y por qué ese nombre? - me dijo medio entre risas.


-Segundo tiempo en 10 segundos - los Fumbis bailarines se retiran.


-¡Jum, yo no me reí al oír tu nombre! - le dije molesta - En cuanto al por qué... te cuento después del partido, ¿vale?


-Vale - me contestó.


-5...


-4...


-3...


-2... 


-1...


-¡Adelante!


En la segunda parte decidí probar otras técnicas. Empecé cogiendo el Fumbi y haciendo combo con Counter mientras me dirigía a portería. Fracasó cuando Unga me atinó un batazo sobre mi cabeza desestabilizándome, y luego tirándome contra la pared. Luego probé la técnica de aturdir. La alcancé de lleno, y cuando no pudo moverse, la golpeé con Counter alejándola y matándola. Seguí probando diferentes combinaciones con las armas, hasta que, al mirar el marcador en el último Touchdown que me clavó, y me sorprendí: 7 a 6 a mi favor.


-¡No te dejaré ganar! - me dijo Unga cuando se puso frente a mí.


-¿Segura? - le respondí sonriendo.


Al empezar la siguiente ronda, en vez de ir directa a por el Fumbi, decidí esperar a Unga escondida debajo del túnel de mi portería. Vi que cogió el Fumbi, y preparé mi Bate.


-¡Peligro, peligro! - me avisó el comentarista.


-Hmmmm... ¿se habrá ausentado? Bien, ganaré fácil.


La vi cogiendo la vía de la izquierda, así que me acerqué a ese lado, y cuando la tuve a mi altura, ¡BUM!, le estampé mi Bate en su cara.


-¡Crítico! - dijo el comentarista al dar el golpe, el cual la mató directamente.


-¿Eso sonó a hueco? - dije sonriendo al coger el Fumbi y correr.


-¡Fumbiiiii! - dijo el Fumbi en tono de queja.


¿Qué...? - vi que se ponía colorado por apretarlo tan fuerte contra mi pecho - Ups, perdón - aflojé el brazo con el que lo cogía, sin bajar el ritmo de mi marcha -. ¿Mejor ahora, pequeñín?


-Fumbi ^ 


Seguí avanzando... pero no miré arriba, y cuando la tuve encima, ya era tarde: Unga me aturdió, y no podía escapar.


-Entrégame el Fumbi si quieres vivir - me dijo ella extendiendo sus brazos.


-¡Me lo tendrás que quitar! - le dije aferrando el Fumbi con mis brazos.


-Vale - me propinó un golpe que me abatió y me hizo soltar el Fumbi. Ella lo cogió y salió corriendo. 


Cuando renací, corrí a por ella en plan loca psicópata, asustada se apartó de mi camino, pero me volví y fui a por ella con un impulso, rematándola con un fuerte golpe.


Aproveché mi oportunidad y corrí a su portería. Cuando me metí en el túnel de su portería, Unga me golpeó con su puño, pero me llevó directa a su portería.


-¡Oh noooooo! - dijo ella.


Con mi último hilo de vida, intenté marcar, pero ella me alcanzó y me golpeó con su Bate... directamente a su portería. Cuando la pasaba volando dejé caer en ella el Fumbi.


-¡TOUCHDOWN! ¡Bien!


-Fin del partido.


Atravesé los rayos rojos después de marcar, me golpeé contra el suelo y ahí desaparecí entre dígitos.


-Equipo ganador: Beta por 8 a 6.


De vuelta a la sala circular, miré a Unga, la cual parecía que lloraba. Se me partía el corazón viéndola así, de modo que fui a intentar consolarla.


-Tranquila Unga, solo es un juego, no pasa nada por perder.


-Lo... lo dices por... porque tú ganaste - me respondió con voz entrecortada.


-¡No! ¡Para nada! De hecho, mi primer partido lo perdí, yo también me entristecí como tú, pero no es para tanto. Venga, tranquilízate.


-Bu... bueno - se enjugó las lágrimas y se incorporó.


Entonces se me ocurrió enviarle solicitud de amistad. Lo hize añadiéndole el mensaje: “seamos amigas, vale? ^^ “ y luego le pregunté:


-¿Te parece si damos una vuelta, y me enseñas dónde compraste esa ropa? Yo también la quiero.


-Vale - parecía mucho más animada ahora que hace un momento.


Así que salimos del coliseo, hacia la calle.

domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 4. Parte 1: TouchDown


Al terminar de comer, ya tenía ganas de seguir probando aquél maravilloso juego, así que volví a entrar. Me puse el casco, inicié el juego, y ahí me volví a ver, frente al coliseo justo donde dejé a Lanosa. Decidí probar otra cosa, así que entré al coliseo y volví a comprobar las salas. Entre ellas, una era de TD, para 1 contra 1, en el mapa Tunnel. Pero lo que más me llamó la atención fue una espada que había en esa misma línea. Intrigada, pinché con un dedo la sala y entré. Una vez en la sala circular, la conocida voz femenina me dijo:

-Algunos de los objetos equipados están restringidos por las normas de la sala. Por favor, equipa otros.

Al mirar el HUD vi que la Smash, la Mind y la skill Fly estaban tachadas, pero la Counter no. Abrí mi inventario y comprobé las armas. Entonces lo comprendí: sólo podía usar las armas cuerpo a cuerpo, y las skills pasivas. Me decidí por probar la Plasma, el Bate y la Counter, y de skill, HP+30. Confirmé, y luego busqué a mi rival en la sala circular. Era una chica con el pelo extremadamente largo, pero lo que más me llamó la atención fue su ropa: una ropa de deportista (un top que deja ver casi todo el tronco, pantalones cortísimos con unas cosas atras, medias con rayas negras y rojas horizontales, y zapatos deportivos) en color rojo. Miré su ropa, hasta que me dijo:

-Hola. ¿Qué me miras?

-¿Qué? Oh nada - le respondí roja de vergüenza (afortunadamente no podía verme) -. Hola. ¿De dónde sacaste esa ropa tan molona? - le pregunté señalándola de arriba abajo.

-En la tienda de ropa para chicas - me respondió girándose, lo que me permitió verla por detrás -. ¿Te gusta?

-S... sí, me gusta - respondí -. Bueno, empecemos, ¿no?

-Cuando quieras, amiga.

Pulsé el botón que indicaba que estaba lista, y al poco mi cuerpo fue trasladado al campo de juego. Pude explorarlo y comprobar cómo era: un mapa tremendamente largo y poco ancho, parecido a un túnel, con 2 rampas que bajan a cada lado de un pasillo central que conduce a lo que reconocí como mi portería, y justo detrás (desde mi punto de vista) unos rayos azules como los que protegen mi zona de renacimiento. Más adelante, el mapa se ensancha un poco, con 2 rampas a cada lado, y la zona del centro es más baja, en cuyo centro exacto se encuentra un muñequito saltando en una plataforma. Mirando al lado contrario de mi base, encuentro que la base rival es exactamente igual a la mía, con los mismos elementos.

La única diferencia, es que en mi lado habían rayas azules en las paredes, y en el otro eran rojas.

Entonces, la voz del reportero dijo animada:

-¡Atención, va a empezar un nuevo TouchDown! ¡Ambos equipos preparados!

Fui teletransportada de vuelta a mi base, y se escucharon las ovaciones del equipo virtual..

-El juego empezará en 5... 4... 3... 2... 1... ¡A luchar! ¡Muestra tu S4!

Y salto desde mi base Plasma en mano corriendo. Atravieso mi portería, me dejo caer y veo frente a mí el Fumbi... y detrás, mi enemiga Bate en mano. Yo corrí hacia ella, pero me pegó un batazo en el pecho y salí despedida hacia atrás. Me levanté rápido y cargué contra ella. No pudo defenderse de mi carga, por lo que la rematé.

-¡Oh no! -gritó ella antes de desvanecerse en dígitos. Corrí a por el Fumbi, y le pregunté:

-¿Vienes a dar una vuelta conmigo?

El Fumbi me analizó con su único ojo, y asintió.

-Fumbi ^

Lo cogí y lo apreté contra mi pecho.

-¡Avanza, vamos, vamos, vamos, vamos! - me gritó el comentarista mientras recibía la ovación del público virtual. Corrí hasta que mi barra de SP quedó a 0, y no me quedó otra que caminar. Mientras lo hacía, apretaba fuerte el pequeño Fumbi contra mi pecho. Subía la rampa que iba a la base enemiga, pero mientras lo hacía, vi horrorizada cómo mi enemiga revivió y se dirigió a la entrada del túnel.

-¡No pasarás! - me amenazó Counter en mano. Yo invoqué mi Plasma y traté de aturdirla, pero ella fue más rápida y me pegó el uppercut estampándome contra la pared, luego invocó su Plasma y me remató. Intenté sujetar el Fumbi, pero me desvanecía, y con ello mis fuerzas, por lo que solté el Fumbi, y mi rival aprovechó para cogerlo y correr con él hacia mi base.

-¡Peligro! ¡Peligro! - me avisó el comentarista, junto al público mostrando su descontento con un “¡¡Oooooohh!!”

Cuando renací, ella apenas estaba en el centro, así que corrí en su búsqueda. Cuando me acerqué a ella invoqué Counter y le tiré uppercut empujándola hacia su portería, corrí a por ella Bate en mano, y antes de que se levantara, le metí batazo en la espalda matándola.

-¡Buen disparo! ¡Coge la pelota!

-¿Disparo? - pregunté, pero corrí a por el Fumbi, lo abrazé y corrí todo lo que me permitieron mis piernas y mi SP. Otra vez me enfrenté a ella en su lado del campo, pero esta vez me lancé a por ella Plasma en mano, la golpeé de lleno y la rematé de un batazo. -¿Qué dijiste de que no pasaría?- le pregunté sonriendo, caminé tranquila a la portería y coloqué el Fumbi en el centro.

-¡TOUCHDOWN! ¡Así se hace!

Sonreí ante la ovación del público virtual. Fui teletransportada de nuevo a mi lado del campo.

-Va a empezar la siguiente ronda. ¿Listas?

-Ni lo preguntes - contesté.

-Claro que sí, vamos - dijo mi oponente.

-5... 4... 3... 2... 1... ¡Adelante!

Decidí cambiar de estrategia, cogí Bate y corrí hasta el Fumbi. Cuando lo alcancé e intenté golpear a mi rival, mi golpe no la alcanzó, pero el suyo sí me alcanzó a mí, dándome un golpe que me fundió toda la salud.

-Oh, vaya - dije tumbada en el suelo, y viendo cómo cogía ella el Fumbi mientras me desvanecía.

-¡Cuidado! ¡Defiende, rápido!

Renací justo cuando mi rival subía la rampa. Le caí encima Plasma en mano, aturdiéndola, para luego mandarla lejos con Bate, matándola en el proceso.

-¡Bien hecho!

Ni lo pensé 2 veces, con la mano que no sujetaba el Bate cogí el Fumbi y corrí. Ella vino a por mí estando casi debajo de su portería, me aturdió y también me mató. Volví a revivir al poco y me enfrenté a ella, pero me dejó de ir tal batazo, que quedé estampada contra la pared y muerta en el acto. Impotente, vi cómo marcaba.

-¡Oh no! ¡TouchDown! ¿Qué ha pasado? - me dijo con voz medio decepcionada el comentarista.

-Esto no ha hecho más que empezar - le dije yo a ella.

-Lo sé, queda aún mucho partido por delante - me respondió.

Y así seguimos el partido, marcando una vez una y otra vez la otra, y en el momento en que llegamos al 3-3, el TD de antes del entretiempo, fue sin duda algo muy disputado. Parecía que ninguna de las dos marcaría...

Pero cuando vi que ella iba acercándose peligrosamente a mi portería, temí lo peor. No conseguí detenerla al pie de la rampa, y ella avanzaba tranquila a mi portería. Renací cuando mi rival aún estaba entrando, así que corrí tras ella, pero no podía detenerla... o eso creía. Deseperada porque no marcara, me tiré entre sus piernas y estiré los brazos intentando evitar lo inevitable...

domingo, 15 de abril de 2012

Capítulo 3. Parte 3: El amargo sabor...


-Bueno, ¿la vas a matar o tendré que hacerlo yo? - dijo el chico que venía con mi verduga.


-Sí por favor, odio las agonías lentas - le pedí.


-Será un placer - dijo ella... pero antes de cortarme el cuello, pegó un grito contenido de sorpresa, y su cuerpo cayó pesadamente sobre el mío para luego desvanecerse.


Miré a mi alrededor y lo vi: uno de mis compañeros sobrevivió y venía a rescatarme. Pero el otro enemigo me apuntó a la cabeza con su SemiRifle.


-¡No te salvarás! - y apretó su gatillo... pero recibió un disparo de francotirador justo antes de disparar, tras lo cual las cadenas se aflojaron y me liberaron.


-Uf, creí que no lo contaba - dije sonriendo y tocándome los brazos y las piernas.


-No tienes que agradecérnoslo, ya lo haces salvándonos con tu cura - me dijo uno de mi equipo sonriendo -. Y ahora... otra vez a por ellos.


-Quedan 5 minutos - anunció la voz de mujer. Eché un vistazo al marcador: seguía la diferencia de 1, pero ahora iba 71 a 70.


-Podemos ganar esto fácil si no nos embalamos y conservamos las vidas - dije yo.


-Sí, buena idea, avancemos poco a poco y eliminémoslos de uno en uno, será una victoria fácil.


Avanzamos y nos pusimos entre las cajas pegadas a la pared del almacén. Entonces, un chico de mi equipo dice:


-Percibo a un enemigo... justo encima de nosotros.


-Déjamelo a mí - dije yo, y salí del escondite Smash en mano.


Miré hacia arriba, pero no vi nada directamente. Alcé el vuelo y subí despacio. Finalmente la vi: estaba metida en el tubo mirando hacia el almacén. Apunté a su cabeza y la acribillé.


-¡¡Tiro perfecto!! - gritó el comentarista.


Pero justo cuando iba a bajar, recibí un disparo en las alas. Se plegaron automáticamente y caí, pero al menos tuve fuerzas para volver al almacén.


-Listo, amenaza eliminada, pero parece que nos esperan ellos en su base - dije mientras examinaba mis alas, que habían sufrido daños.


 -Entonces será fácil: esperemos a que corra el tiempo. Ganaremos por puntuación. Pero mejor permanecer alerta: posiblemente nos ataquen y nos superen.


Dejamos pasar el tiempo.


-Queda 1 minuto.


Justo cuando llegó ese anuncio nos descubrieron y nos atacaron con todo. Yo me apresuré a cubrirme tras las cajas y empezar a curar.


-Quedan 30 segundos.


-Y ganaremos - oí una voz femenina justo detrás de mí. Antes de darme cuenta, me voló la cabeza con un revólver.


-No, ganaremos nosotros - le dije antes de desvanecerme -. Chicos, quitaos de ahí, os van a rodear - les dije por radio a mi equipo.


-No, es un buen sitio. Aguantad - dijo uno de los chicos.


*Los van a matar... vamos a perder por su culpa* pensé.


Cuando renací vi el marcador de nuevo: nos habían adelantado... por sus muertes.


-Si me hubierais hecho caso, seguiríais vivos y seguiríamos ganando - les dije suspirando.


-10...


Corrí y disparé como loca intentando remontar. Ellos, por supuesto, huyeron.


-5...


-Maldición, no tengo tiempo - dije arrodillándome.


-Fin del juego. Pasando a pantalla de resultados.


Me derrumbé y miré al suelo derrotada.


-Equipo ganador: Alpha por 74 a 72.


Desaparecimos todos del escenario, volviendo a la sala circular.


-Bueno, ha sido una buena batalla después de todo, ¿no crees? - dijo uno del equipo contrario, tendiéndome la mano.


-Sí... ha sido una buena partida - dije estrechándole la mano.


-Va, tranquila, lo importante no es ganar, sino pasárselo bien. Y te lo has pasado bien jugando, ¿no?


-Sí, me lo he pasado bien.


Y dicho eso, me salí de la sala y del coliseo. Me senté en un banco y me puse a pensar. Entonces, alguien se sentó a mi lado, y me dijo:


-Bueno, ¿cómo te fue tu primera partida, Lanosa?


Miré, y reconocí aquél extraño atuendo.


-Ah, hola Calipso. Pues ha sido bastante entretenido - le dije sin disimular mucho mi tristeza.


-Hmmm... ¿qué ha pasado? No pareces muy contenta.


-Bueno... es que he...


-¿Perdido? - me preguntó. Yo la miré sorprendida, y ella se rió, y señaló unas pantallas de plasma donde se veían imágenes de jugadores luchando -. He visto tu partido, sé todo lo que ha pasado ahí, y déjame decirte que, aunque perdiste, estuviste fenomenal. Eres una buena curandera.


-¿E... enserio? - le pregunté mirándola.


-Sí - me respondió mirándome seria -, con tiempo y entrenamiento, puedes llegar a ser muy buena curandera.


-Vaya... muchas gracias por tus palabras de ánimos.


-De nada amiga. Por cierto, ¿no miraste tu nivel cuando saliste de la sala?


-Eeeh... no, ¿por qué? - le pregunté extrañada.


-Míralo - me dijo.


Toqué un menú en mi pantalla que ponía “Personaje”. Desplacé la vista por la nueva ventana, hasta que encontré el nivel. Vi que había una flecha hacia arriba al lado de donde ponía “Rookie 2”, y al lado un logo: una R sobre fondo amarillo.


-Guau... ¿he subido de nivel?


-Sí, felicidades - me respondió sonriendo.


-Gracias.


-Bueno, te dejo que me llaman para comer. Chao.


-Chao.


Entonces yo caí en la cuenta de que estaba hambrienta. Se me había ido la mañana volando en el juego. Así que desconecté y me fui a ayudar en la cocina a mi madre.